sábado, 5 de septiembre de 2009

4 DE SEPTIEMBRE - DÍA DEL INMIGRANTE

--------------------------------------Inmigrantes (Foto extractada de Internet)

CARTA POEMA DE UN INMIGRANTE

Padre: la ausencia es este dolor
Que se levanta como el mar
Entre tu costa y la mía,
Qué lejos quedó la casa de la infancia
Y el perfume de mi madre en la cocina.

Yo anhelaba volver a rescatar lo perdido
Pero me ató la distancia
Esa herida azul de los caminos.

Sabes, fue duro para mí dejar los amores primeros:
Perfiles de piedra que el viento de los días
Vuelve arena, olvido.

Mas, hoy en el ocaso he comprendido
Que la casa y los jardines de otrora
Son refugios de luz en mi memoria,
Donde veo una sombra que se aleja
Juntando un largo adiós de jazmines.


------------------------CARLOS FIGUEROA

------------Del libro “ Días sin regreso” año 2005


Dunas

Detrás del último atalaya
se erigen ante el mundo
dos ojos infinitos.

Sobre las dunas enamoradas
del perpetuo ondular de su silueta
se avizora la miel
de todos los consuelos.

En el mar que ya fue
aglutinadas lágrimas ajenas
-tal vez, en otro tiempo-
devolverán la vida al páramo que gime.

Allá, en el horizonte, la rítmica
silueta de un camello eterno
dibuja en la figura de la luna
la historia de tu génesis.

Aquí, lejos de Boabdil,
tus pasos zigzagueantes
van sembrando la vida
en otras vidas.

En el cielo,
la misma estrella,
la misma luz.
Compartida utopía que
se renueva en la mentira
repetida de tu reloj. Y el mío.

--------------------------Adriana Del Vitto





III

Tus raíces, allá,
allende los mares,
tierra sufrida de guerras
quemada por los soles
implacables del verano.
Mis raíces, acá,
como Atahualpa Inca
miro soberbio mi ser americano
y en el fondo no lo encuentro.

Te trajeron con el hombre
a bordo de ilusiones paternales,
pretendían tu surgimiento digno
de la tierra pródiga conquistada.
Los vientos de los dioses
anclaron las nave nostálgica
descendió aquella vida
abrazando tu existencia
en tu proyección generosa
profética en la misión desempeñada.
No desentonó tu pálida piel
ni fue metal tu rubia cabellera
fusión de razas fue
en la etnografía egoísta
de las banalidades humanas.
No se aquietó tu corazón
se colmó de amor
para repartir ternura
dignificando la sagrada conjunción familiar.

Más allá del abandono
la templanza de tu alma
y la continencia de tu espíritu
llegando íntegro
hasta los marginados del amor
guirnaldas diste a mi vacío
enlazadas como infinitos dones
las palabras y las manos
fertilizaron el resurgimiento, que fue mío.

Gérmenes potentes
acrediten la nueva conciencia
¡Oh duende de los ojos pálidos!
no te alejes.

Presencia divina guíanos poderosa
por los senderos de la libertad
que tanto protegiste;
presencia sobrenatural
impónenos el reino de la vida
con dignidad lumínica
para encontrar un nuevo Orden
mientras gozamos de la inmensa gloria
de haber resucitado.

------------------------Antonio Cruz
___________--(Catarsis – 1998)

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