lunes, 31 de julio de 2017

NITO BIASSI (Córdoba)


Hiroshima y Nagasaki

Los hongos
no tienen flores.
Cuántos muertos
pueden justificar
tantas muertes.
Hongos para justificar
el fin de una guerra,
millones de flores
que no justifican
muertes inútiles.
¿Tus muertos
valen más que los míos?


Al niño Evgueni Evtushenko
(por un banco de madera)

Ven niño, acurrúcate
entre mis patas.
Deja que tu cuerpo
entumecido por el frío
entre en calor.
No te preocupes
si alguien se sienta, mejor,
la calidez de su cuerpo
pasará a mi cuerpo
y de ella a ti.
Sus piernas serán muro
que te protegerá del viento.
Ven mi niño, refúgiate
entre mis tablas
y cántame un poema,
como el de recién,
mientras comes la papa caliente.
Ven mi niño, abrígate
entre mis maderos
y cántame un poema,
como el de recién,
para que el corazón
del árbol que fui
vuelva a latir otra vez.


Caín y Abel

Y Caín mató a Abel,
el Sumerio mató al Acadio,
el Persa mató al Griego,
el Griego mató al Troyano.
El Romano al Cartaginés,
el Normando al Celta,
el Inglés al Español,
el Blanco al Negro.
el hétero al homo,
el hombre a la mujer.
Y Caín sigue matando a Abel.


Cifra impar

Tengo un sentimiento
como cuchilla clavada en mi pecho.
Una angustia de jaula vacía,
de boca en grito sordo,
de cifra impar.       
Cuando estoy solo  en algún lugar,
uno.
Cuando estoy con alguien más,
uno y uno.
Cuando estoy cenando,
tres.
Cuando estoy acompañado,
cinco.
Cuando estoy en un bar,
siete.
Cuando estoy en un recital,
nueve, trece, quince, diecisiete y más.
Tengo un sentimiento,
un deseo de no estar en ningún lugar,
que no estás y que muero de soledad,
una angustia
de cifra impar.


El otro

El otro está
en la vereda
del  frente.
Como flor,
abrigo,
puerta,
desamparo.
El otro soy yo
en la mirada
de otro.

Nito Biassi nació en Córdoba cuando la década del 60 empezaba a caminar, entre el amor libre, la no violencia y el dulce aroma de María Juana. Se crío con frases del “Che” y la música de Sui Generis. Escribió porque le gustaba una chica. Escribió porque no le gustaban algunas injusticias. Así creció o crece, hasta ahora, que aún es un ser humano en vías de desarrollo.